Con el nombre de apacheta se designa en la región andina sureña,
concretamente en el Perú, Bolivia, Chile y el noroeste argentino.
Las apachetas
son montículos artificiales formados por la acumulación intencional de rocas de
diferentes tamaños, su forma es más o menos cónica y se encuentran
ubicadas a los costados de las sendas y caminos de la cordillera. Generalmente,
se hallan en las abras, portezuelos, partes altas de una cuesta, cimas y cerros
muy escasamente en lugares llanos, estos montículos son formados principalmente
por los caminantes
indígenas que transportaban cargas pesadas, a manera de ofrenda simbólica a sus
divinidades.
Controversia en su significado.
Si bien, no todos coinciden en
su significado como ofrenda o lugares de pedidos a la pachamama, algunos
autores creen que las apachetas nacieron debido a la preocupación de los
pueblos andinos por el orden: por dividir, medir distancias, marcar y separar
sectores o territorios aunque otros destacan que su origen no fue otra cosa
que un montón de materiales acarreados para edificar puestos de vigía
en los puntos estratégicos de los caminos incaicos.
Su finalidad primera.
Para algunos, se
trataría de elementos de hitos de un carácter
esencialmente ritual y místico, inscritos en el paisaje, de las antiguas
huellas caravaneras, donde el caminante ora e invoca a la divinidad.